No te vayas!-exclamó ella con lárimas en los ojos tendiendo la mano hacia la silueta que se recortaba contra la puerta
Él se detuvo, vacilante, sintiendo el dolor y la angustia de ella reflejadas en su propio corazón-Por que debería quedarme?
Preguntó con voz neutra sin volverse ni dar a entender lo mucho que le dolía hacer esto. Ella se levantó del suelo despacio, como si temiera volver a caerse pero sin moverse de donde estaba, con los ojos llorosos fijos en sus anchas espadas.
Porque te amo-susurró con apenas un hilo de voz.
No es cierto-dijo él encogiendose ante sus palabras, le dolía que le dijera que le amaba cuando estaba seguro que no era así. Ella jamás podría fijarse en alguien como él.
Si lo es-afirmó con las pocas fuerzas que le quedaban. Las batallas emocionales la dejaban exhausta-Te quiero... eres la persona más importante de mi vida, pero soy cobarde y no me atrevo a enamorarme de ti aun sabiendo que te amo, más si sé que si algún día me atreviera a volver a enamorarme, sería de ti...-su voz murió y sus ojos bajaron al piso, agachando la cabeza completamente rendida. Ya no le quedaba nada, sólo esperar. Apretó los puños y cerró con fuerza los ojos luchando contra el dolor que se abria paso en su pecho. Aguantaría hasta que él se fuera.
Con dos grandes zancadas él estuvo a su lado rodeando su frágil cuerpo con sus musculosos brazos, afianzandola en una abrazo tan fuerte y firme que cada una de sus curvas quedaron pegadas a su cuerpo. Hundió el rostro en su cabello y aspiró con suavidad su delicado perfume-Entonces esperaré y hasta que ese día llegue estaré siempre a tu lado. Te amo princesa...
Él se detuvo, vacilante, sintiendo el dolor y la angustia de ella reflejadas en su propio corazón-Por que debería quedarme?
Preguntó con voz neutra sin volverse ni dar a entender lo mucho que le dolía hacer esto. Ella se levantó del suelo despacio, como si temiera volver a caerse pero sin moverse de donde estaba, con los ojos llorosos fijos en sus anchas espadas.
Porque te amo-susurró con apenas un hilo de voz.
No es cierto-dijo él encogiendose ante sus palabras, le dolía que le dijera que le amaba cuando estaba seguro que no era así. Ella jamás podría fijarse en alguien como él.
Si lo es-afirmó con las pocas fuerzas que le quedaban. Las batallas emocionales la dejaban exhausta-Te quiero... eres la persona más importante de mi vida, pero soy cobarde y no me atrevo a enamorarme de ti aun sabiendo que te amo, más si sé que si algún día me atreviera a volver a enamorarme, sería de ti...-su voz murió y sus ojos bajaron al piso, agachando la cabeza completamente rendida. Ya no le quedaba nada, sólo esperar. Apretó los puños y cerró con fuerza los ojos luchando contra el dolor que se abria paso en su pecho. Aguantaría hasta que él se fuera.
Con dos grandes zancadas él estuvo a su lado rodeando su frágil cuerpo con sus musculosos brazos, afianzandola en una abrazo tan fuerte y firme que cada una de sus curvas quedaron pegadas a su cuerpo. Hundió el rostro en su cabello y aspiró con suavidad su delicado perfume-Entonces esperaré y hasta que ese día llegue estaré siempre a tu lado. Te amo princesa...
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