Lo
intenté.
Lo
intenté, e incluso, llegué a conseguirlo.
Fui
rápida. Fui fuerte.
Sobreviví.
Como el
ave fénix que renace de sus cenizas, me reinventé.
Salí.
Grité.
Corrí.
Volé.
Y me acerque al sol…
Fue entonces cuando me quemé, como Ícaro, y caí…
Reconocí, tras mucho tiempo, que te quería.
Te lo dije y me alivió.
Y ahora regreso, siempre regreso.
Como una oscura golondrina
En tu balcón, mi nido a colgar…
0 habitantes han dejado su opinión:
Publicar un comentario