Que gran descanso es para la mente decir lo que sientes. Me
he dado cuenta hace dos días, pues estaba del revés, con la mente donde no
debía por no decir las cosas. Pues bien, a base de sacacorchos y preguntas me
he liberado y que quieres que te diga? Me siento mucho mejor.
Es complicado, es difícil pero es liberador. No, no necesito
que estés conmigo todo el día y no, tampoco necesito gritarlo, sólo necesitaba
que lo supieras y ya lo sabes.
Con eso me basta.