sábado, 16 de julio de 2016

Adiós

Hay momentos en la vida en la que tienes que cerrar etapas, gente que te ha acompañado en esta carrera a la que tienes que decir adiós. No voy a negar que duele hacerlo pero no queda otra. Son personas que te han enseñado cosas para bien o para mal, que a su manera te han enseñado y ayudado a crecer y a creer pero que ya no te aportan nada. A todas esas personas: Adiós que os vaya bien, pero lejos de mi.

viernes, 24 de junio de 2016

Volver con un ex

-He vuelto con Ricky.
Con estas cuatro palabras me sorprendió el otro día mi amiga Lulu.
A ver, no es que no me lo esperara porque todos tenemos un ex que es nuestra debilidad pero la creía más inteligente sobretodo cuando no es la primera vez que pasa.
Luisa, o Lulu para los amigos, es una chica preciosa, chiquitina porque no mide más de 1'60, morena de ojos chocolate, carita de porcelana y cuerpo de escándalo. Podría tener perfectamente a cualquier tío que se le pusiera delante pero no, ella sigue colgadisima de Ricardo, un tío de esos con mas cuerpo que cerebro que piensa que cualquiera que pose los ojos sobre él quiera tirárselo. A ver, que pra un polvo no está mal pero no busques más porque no lo encontrarás.
El caso es que ha vuelto con él y la verdad es que me sentí fatal por ella porque sé que la va a volver a engañar y dentro de un mes o dos estará hecha polvo y con más cuernos que el padre de bambi.
Así que aquí va mi consejo: No vuelvas jamás con un ex, lo que pasó una vez tiene un 99% de posibilidades de volver a pasar.
Qué cómo lo sé? Pues porque a mi también me ha pasado.
Hay ex que pueden ser amigos después de todo, como Salva, Alain o Sylvia y ex que es mejor dejar en el pasado como David o Paulina.
En cualquiera de los casos lo mejor es dejar la relación que os unió atrás y no volver a intentarlo. En el primer caso porque puede joder la amistad que os unía y en el segundo porque terminarás volviéndolo a pasar mal.
El caso de Lulu es el segundo aunque ya que se ha metido de lleno en otra relación con él espero estar equivocada y que sea de esas extrañas relaciones que salen bien, ese 1% de volver con un ex...

viernes, 10 de junio de 2016

Has dejado de escribir

Has dejado de escribir!!!
No, en realidad no he dejado de escribir más que nada porque tengo pendiente terminar un relato pero si es cierto que aún no lo he terminado.
He estado ocupándome de otros proyectos entre ellos hacer algún que otro viajecito pero sigo escribiendo.
Volveré a publicar cosas, lo prometo, no he desaparecido pero ando liada.
Sólo pido que, a los que me leéis, tengáis paciencia.

lunes, 21 de marzo de 2016

La primera de muchas noches

Abre los ojos asustada. La oscuridad la envuelve.

Con una mano se tapa la boca procurando no gritar, mordiéndose con fuerza. Está empapada en sudor a pesar del frío del invierno.

Tantea con la otra mano hasta localizar el pequeño interruptor de la lámpara que tiene sobre la mesilla de noche. Lo pulsa y tras cerrar los ojos un instante, habituándose a la luz, vuelve a abrirlos.

Se sienta en la cama procurando serenarse. Le sangra ligeramente la mano pero ahora mismo no se da cuenta de nada, sólo inspira y expira lentamente hasta que su respiración vuelve a ser normal. Cuando consigue calmarse se levanta, un escalofrío recorre su espalda.

Sale de su habitación y se dirige a tientas hasta la cocina donde ya si, enciende la luz. De la nevera saca una botella de agua, se apoya en la encimera y con los ojos ligeramente cerrados da un largo trago. Tenía la boca seca.

Mira a su alrededor hasta localizar el paquete de tabaco y un mechero. Le tiemblan las manos mientras se acerca el cigarro a los labios y le prende fuego. Aspira lentamente, saboreando cada minúscula partícula de aire contaminado con nicotina que entra en sus pulmones. Cada cigarro le quita minutos de vida pero, ¿qué más da?

-¿Qué haces aquí?-la voz la sobresalta. Observa a su interlocutor. Despeinado, con ojos de sueño, los pantalones caídos y la camiseta arrugada. Una de sus manos restriega un ojo, el otro la observa.

Ella no contesta, simplemente le mira y se encoge de hombros expulsando lentamente el humo por sus labios entreabiertos. Él le quita el cigarro de entre los dedos, dejándolo en el cenicero. Toma su mano herida y la examina frunciendo el ceño. 

Es consciente que ella no quiere hablar, nunca lo hace, se guarda las cosas para sí misma aunque él sabe lo que le ocurre. Toma un paño, lo humedece bajo el grifo y con delicadeza limpia los restos de sangre de su mano. Ella se deja hacer, sabe que discutir con él es imposible, sobre todo a esas horas de la madrugada.

-No puedes seguir así-murmura entre dientes-Tienes que dormir

-Lo sé, pero no puedo-un suspiro acompaña a su confesión. Aparta la mano, procurando no parecer brusca. Vuelve a llevarse la botella de agua a los labios. Se siente observada, estudiada, diseccionada. No es fácil tener secretos para alguien que te conoce desde hace años.

-Duerme conmigo-Esas palabras hacen que se atragante. Deja la botella mientras un ataque de tos la hace doblarse en dos. Cuando consigue volver a respirar con normalidad se incorpora y le mira. Él no se ha movido ni un ápice. No hay nada en su expresión que haga pensar que no está hablando totalmente en serio.

-¿Qué?-la pregunta no tiene sentido, le ha escuchado perfectamente-¿Por qué?

-Porque no puedes dormir-sonríe, pero ella se revuelve inquieta.-Tranquila, sólo dije dormir.

-Eso ya lo sé-quizás está demasiado a la defensiva, pero no se esperaba esa propuesta. Una cosa era antes y otra ahora. Busca su cigarro olvidado en el cenicero y ya consumido. Él espera una respuesta cruzado de brazos, con paciencia, como si tuviera todo el tiempo del mundo, como si no fueran las tres de la madrugada y no tuviera que levantarse en unas horas para irse a trabajar.-Está bien-cede a sabiendas que si no lo hace él tampoco dormirá.

Ambos sale de la cocina, él delante guiándola, ella detrás tras apagar la luz. A oscuras llegan a la habitación de él. Ella mira al otro lado del pasillo, a su dormitorio, donde la luz de la mesilla que dejó encendida ya no luce. Supone que él la apagó antes de dirigirse a buscarla.

Se meten en la cama, cada uno en un extremo, sin tocarse. Él de cara a ella, ella de espaldas a él. No puede cerrar los ojos, lo intenta una y otra vez pero siempre termina abriéndolos. Suspira pero no se mueve, no quiere despertarle.

-Debes intentarlo-su susurro le indica que no es la única que se mantiene despierta. Se gira, poniéndose de cara a él. La escasa luz le permite ver que tiene los ojos abiertos.

-¿Es mucho pedir que me abraces esta noche?-Quizás sea una pregunta demasiado íntima para la situación de ambos. No dice nada, simplemente se tumba boca arriba extendiendo un brazo para que ella se acurruque contra él. Ella se arrastra por la cama hasta llegar a su lado, pone la cabeza en su hombro mientras los brazos de él se estrechan sobre su cuerpo.-Gracias...

-Siempre que quieras-murmura dejando un beso sobre su cabeza. Ella por fin cierra los ojos, sabiendo que sus palabras son sinceras. 

jueves, 17 de marzo de 2016

San Patricio

Feliz día de San Patricio!!!

Dios, que ganas me están dando de coger un avión y presentarme allí. Hoy es el día grande aunque me tendré que conformar con irme a alguna Irish tavern de aquí. Sólo espero que estén a la altura.

Al final la perderás

No sé que siento más si impotencia, tristeza o rabia.
La escucho hablar, se desahoga conmigo y me jode verla así. Estoy harta de ese tipo. ¿Acaso no valora lo que tiene? ¿A qué cuxo está jugando?
Si, es posible que ella sea complicada algunas veces, ¿quién no lo es? Pero es muy fácil quererla y aún más hacerla feliz.
Hay cosas que nunca cambian y por lo visto, él es una de ellas.

martes, 8 de marzo de 2016

Conversaciones

-….

Siento sus ojos sobre mi rostro y me giro a mirarlo. Creo que me ha preguntado algo pero no estoy segura, la verdad es que no le estaba escuchando sino que estaba sumida en mis pensamientos, tan desconectada de todo que ni me había dado cuenta de que me había dicho algo hasta que se ríe.

-Perdona, ¿qué?-pregunto aturdida volviendo a la realidad. Su risa se hace más fuerte y siento que los colores me suben a las mejillas.

-¿Dónde estabas?-pregunta entre risas, lo que hace que mi vergüenza aumente. Niego con la cabeza y le doy una rápida calada a mi cigarro. Me mira con desaprobación, sé que no le gusta que fume pero es un hábito difícil de eliminar-Te preguntaba que qué tal se vive con Juanjo.

Se me cae el cigarro de entre los dedos y lo miro estupefacta-¿Cómo cuxo sabes eso?

Una sonrisa socarrona asoma a sus labios y menea la cabeza. De pronto es como si mi mente empezara a funcionar a toda velocidad. Sé que yo no se lo he dicho y doy por supuesto que él tampoco, sus amigos ni siquiera saben cómo me llamo y con mis padres no creo que haya hablado. 
En seguida caigo en cómo se ha enterado y frunzo el ceño-¿Lo has vuelto a hacer verdad? Has estado leyéndome.

Sé que mi tono es furioso pero en realidad no porque me lea sino porque es mi espacio personal, un sitio donde desahogarme sin pensar y me asusta el hecho de que alguien más lo sepa. Por sus ojos sé que es así, es que ni me contesta!

Recojo el cigarro y lo aplasto contra el cenicero con una mano mientras con la otra sujeto el vaso de café. Tras darle un trago, lo dejo sobre la mesa e inspiro profundamente para calmarme. Él me mira sin decirme nada, esperando que se me pase el cabreo. Me conoce demasiado bien.

Cuando le vuelvo a mirar, se encoge de hombros-Era la única forma de saber de ti.

Me muerdo el labio inferior con fuerza, sé que tiene razón pero sigue sin gustarme-¿Alguien más lo sabe?.

Niega con la cabeza y suspiro aliviada. Vale, si, no me hace ni pizca de gracia pero al menos no es algo que sepa todo el mundo.

-¿Y bien?-vuelve a preguntar mientras espera una contestación por mi parte.

-Es raro-mascullo cogiendo otro cigarro.

-No te rayes-suelta y sé perfectamente a qué se refiere-Debió ser toda una escena-ríe y siento como vuelvo a ponerme colorada al recordarlo-Seguramente fue sólo un lapsus.

-Ya…-Me revuelvo incómoda en el asiento. ¿Se puede saber por qué estoy teniendo ésta conversación con él? Encima se está descojonando de mí en mi cara.-¿Te parece bien?-la pregunta sale sola.

Asiente con la cabeza y me aprieta la mano que tengo sobre la mesa-Pero ten cuidado, ¿vale?


Le miro extrañada. Siempre tengo cuidado. Bueno, no siempre pero de unos años aquí soy bastante más cuidadosa de lo que era.

domingo, 6 de marzo de 2016

06/03/2016

Ayer me pasó una cosa muy rara. Para los que no me conozcan les parecerá una banalidad pero para los que sí, saben que no me gusta mi nombre. Soy simplemente Sam, sin más. Sin embargo me llamó la atención. En fin, me estoy yendo por las ramas, a lo que iba...

Tengo una pequeña manía, bueno tengo muchas ésta es sólo otra más. Siempre, siempre que me ducho a continuación me entra mucha sed. Es como si mi cuerpo absorbiera el agua y reclamase más, por lo que, aprovechando que estaba sola en casa, tras la ducha me fui a la cocina a coger una botella de agua.

Mientras estaba abriendo el frigorífico oí abrirse la puerta, lo que significaba que JJ acababa de llegar. No es que me hiciera mucha gracia encontrarme con él de esa guisa, recién duchada, en toalla, con el pelo empapado y descalza pero bueno. Esperé a que se fuera a su cuarto y en cuanto tuve la sensación de que así era fui corriendo al mío. Para llegar a las habitaciones hay que pasar por el salón y a cuadros me quedé al encontrarme allí a JJ. Esto no hubiera sido tan malo si no hubiera ido acompañado de otras dos personas.

Mi cara, un poema, la suya lo mismo y la de los otros dos chicos ni os cuento. Pedí disculpas y me fui corriendo a mi habitación muerta de vergüenza. Si de por si esto ya era embarazoso, escuchar como se metían con JJ los otros me hizo sentirme aún peor. Sin embargo fue su respuesta lo que me desconcertó.

-Esa es Carol, mi compañera de piso.

¿Carol? ¿En serio? Nadie me llama así, bueno sólo mi madre. Es más, siempre que me presentan a alguien lo hacen como Sam. ¿Desde cuándo soy Carol? En fin, me he rayado. Llevo desde ayer dando vueltas inquieta, no tuve ocasión de preguntarle el porqué se había referido a mi con ese nombre y empiezo a plantearme que quizás no haya sido tan buena idea.

No sé ya qué pensar, en fin espero poder preguntarle cuando le vea porque me estoy haciendo unas pajas mentales que flipas y no puede ser.