-….
Siento
sus ojos sobre mi rostro y me giro a mirarlo. Creo que me ha preguntado algo
pero no estoy segura, la verdad es que no le estaba escuchando sino que estaba
sumida en mis pensamientos, tan desconectada de todo que ni me había dado
cuenta de que me había dicho algo hasta que se ríe.
-Perdona,
¿qué?-pregunto aturdida volviendo a la realidad. Su risa se hace más fuerte y
siento que los colores me suben a las mejillas.
-¿Dónde
estabas?-pregunta entre risas, lo que hace que mi vergüenza aumente. Niego con
la cabeza y le doy una rápida calada a mi cigarro. Me mira con desaprobación,
sé que no le gusta que fume pero es un hábito difícil de eliminar-Te preguntaba
que qué tal se vive con Juanjo.
Se me
cae el cigarro de entre los dedos y lo miro estupefacta-¿Cómo cuxo sabes eso?
Una
sonrisa socarrona asoma a sus labios y menea la cabeza. De pronto es como si mi
mente empezara a funcionar a toda velocidad. Sé que yo no se lo he dicho y doy
por supuesto que él tampoco, sus amigos ni siquiera saben cómo me llamo y con
mis padres no creo que haya hablado.
En seguida caigo en cómo se ha enterado y
frunzo el ceño-¿Lo has vuelto a hacer verdad? Has estado leyéndome.
Sé que
mi tono es furioso pero en realidad no porque me lea sino porque es mi espacio
personal, un sitio donde desahogarme sin pensar y me asusta el hecho de que
alguien más lo sepa. Por sus ojos sé que es así, es que ni me contesta!
Recojo
el cigarro y lo aplasto contra el cenicero con una mano mientras con la otra
sujeto el vaso de café. Tras darle un trago, lo dejo sobre la mesa e inspiro
profundamente para calmarme. Él me mira sin decirme nada, esperando que se me
pase el cabreo. Me conoce demasiado bien.
Cuando
le vuelvo a mirar, se encoge de hombros-Era la única forma de saber de ti.
Me
muerdo el labio inferior con fuerza, sé que tiene razón pero sigue sin
gustarme-¿Alguien más lo sabe?.
Niega
con la cabeza y suspiro aliviada. Vale, si, no me hace ni pizca de gracia pero
al menos no es algo que sepa todo el mundo.
-¿Y
bien?-vuelve a preguntar mientras espera una contestación por mi parte.
-Es
raro-mascullo cogiendo otro cigarro.
-No te
rayes-suelta y sé perfectamente a qué se refiere-Debió ser toda una escena-ríe y
siento como vuelvo a ponerme colorada al recordarlo-Seguramente fue sólo un
lapsus.
-Ya…-Me
revuelvo incómoda en el asiento. ¿Se puede saber por qué estoy teniendo ésta
conversación con él? Encima se está descojonando de mí en mi cara.-¿Te parece
bien?-la pregunta sale sola.
Asiente
con la cabeza y me aprieta la mano que tengo sobre la mesa-Pero ten cuidado,
¿vale?
Le miro
extrañada. Siempre tengo cuidado. Bueno, no siempre pero de unos años aquí soy
bastante más cuidadosa de lo que era.
2 habitantes han dejado su opinión:
Con toda probabilidad se me escapan un par de detalles importantes, pero la persona que tan calada te tiene ha de estar riéndose bastante con esta última entrada a no ser que sus fuentes de información sean otras querida. Es lo malo de que un blogg tenga acceso público.
Atte: este humilde caballero, pintor de lienzos humanos y sencillamente admirador de cosas que nadie mas espera de tí salvo yo y mi locura.
No me río de ella sino con ella. Me gusta leerla porque escribe lo que siente. Esto fue solo parte de nuestra conversación
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