jueves, 11 de noviembre de 2010

Relatos cortos volumen 3: El tigre y yo

El tigre avanzaba lentamente en la oscuridad, podía oirle aunque no verle, escondida tras unas rocas en el fondo de la cueva. Me encogí un poco más sobre mi misma e incluso creo que dejé de respirar cuando sentí su cálido aliento rozando el cabello de mi nuca. Sabia que no serviría de nada, el tigre era un feroz depredador y su olfato le indicaba con exactitud donde estaba situada, pero igualmente cerré los ojos *si no le veo no podrá saber que estoy aqui*. Si, era un pensamiento estúpido pero tenia tanto miedo que no podia ni reaccionar.

No tengas miedo-ese susurro cortó el aire hasta llegar a mis oidos, supuse que era mi imaginación que desbordada por el terror oia cosas que no eran realidad.-Abre los ojos.

Temerosa hice caso aunque todos mis instintos me decian que no debia hacerlo. Cuando los abri vi a un enorme tigre sentado frente a mi mirandome fijamente. Me eché a temblar esperando a que se abalanzara encima de mi y me matara pero el tigre siguió sentado sin apartar la vista de mi.

Sabes quien soy?-la voz del tigre me sorprendió, era profunda y extrañamente sensual. Negué con la cabeza mirandole a los ojos, cuyo color ambarino me tenian hechizada.

Soy el dueño de tus peores miedos, yo represento todo aquello que temes
-me encogí de miedo cuando le escuché-pero debes aprender a vencer tus miedos.

Qui...eres de...cir que ...que debo... luchar... contigo?
-le pregunté confusa, con voz temblorosa.

Soy yo tu peor temor?
-me preguntó con voz tranquila sin apartar sus ojos de mi. Sentí un escalofrío recorrerme la columna vertebral y pensé en su pregunta para terminar asintiendo con la cabeza.-Estás segura?-volvió a preguntarme.

Su insistencia hizo que me replanteara la pregunta con más ahínco para finalmente negar con la cabeza.

Cual es tu mayor temor?-me preguntó de nuevo completamente serio.

La soledad
-contesté con un hilo de voz. Me pareció atisbar una sonrisa en los felinos labios del tigre pero no estaba segura.

Entonces que haces aqui escondida?
-el tigre recorrió con la mirada la cueva en la cual me había encontrado.

Te oí llegar-respuse sin apartar la mirada de los afilados colmillos que asomaban por sus labios.

No mientas!-el rugido del tigre me hizo dar un respingo y mis ojos se abnegaron de lagrimas-Ya estabas aqui antes de que yo viniera. Te escondes de todos, incluso de ti misma, tienes tanto miedo a enseñar quien eres en realidad que te refugias en lo que más temes y justificas tu presencia en este lugar con absurdas mentiras.

Le miré sin decir nada, enjuagandome las lágrimas con los dedos, dejando marcas de tierra en mi rostro, sabía que tenia razón pero me negaba a admitirlo.

Sal de tu propio agujero, abrete al mundo y el mundo te recibirá con los brazos abiertos-una vez dijo esto el tigre dió media vuelta, dejándome sola en mitad de la oscuridad.

Me levanté despacio y miré a mi alrededor, era cierto, estaba sola. Cerré los ojos y deseé estar rodeada de gente. Cuando volví a abrirlos me encontré en mi cama, todo habia sido un sueño... o tal vez no?

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