jueves, 23 de febrero de 2012

Pensando

A veces me sorprendo a mi misma, no sé cuando ni como he llegado pero de pronto me veo sentada en nuestro lugar de siempre esperando a que aparezcas, trato de recordar desde cuando estoy aqui mirando un punto fijo, tomando un café tras otro, consumiendo los cigarros deseando verte llegar y que pronuncies mi nombre.

Podría parecer obsesión quizás, pero sé que no es así, pues puedo pasar sin ti al igual que tu puedes pasar sin mi, no me es necesaria tu presencia aunque en ocasiones la anhele. Es extraño pero se que comprenderás como me siento, esta todo desencajado como en todas aquellas ocasiones que fueron a la inversa, que me esperabas y era yo quien no aparecia, hasta que finalmente un dia lo hacía, pronunciaba tu nombre y todo volvía a su sitio, a ser como si nunca hubiera habido ese lapsus de tiempo.

Vivimos en mundos paralelos, mundos que en ocasiones se aproximan a veces incluso llegan a tocarse más nunca a chocarse, nos rozamos, nos acercamos y nos alejamos, bailamos el uno entorno al otro, formamos una elipse...

Seguramente las preguntas cruciales serían, qué lugar ocupo en tu mundo? qué soy yo para ti? Quizás nada, quizás algo pero jamás diría que todo pues eres un ser demasiado inquieto como para ser constante, vienes y vas como la marea, una persona de sentimientos profundos pero a la vez a la cual no le gusta ahondar en los mismos, experto en el arte de dejar las respuestas en el aire, de ignorar aquellas preguntas que no quieres responder, de hacer preguntas de las cuales no quieres realmente saber las respuestas...

Ahora me descubro aqui, pensando, dandome cuenta que hace bastante que no sé de ti, quizás por eso ultimamente estoy en nuestro lugar de encuentro, esperando simplemente verte aparecer para poder decir: Todo sigue en su sitio.

1 habitantes han dejado su opinión:

El ángel de Gaia dijo...

Pero que bonito... tan lleno de esa sensación en la que no existe la necesidad mas absoluta pero si el sentimiento de equilibrio cuando aparece esa persona. Tan bello y a la vez carente de detalles exactos como la vida misma o una de esas conversaciones en las que se tocan tantos temas que no puedes enumerar ni dos de ellos porque ya no te acuerdas de nada a los dos segundos.

*suspira teatralmente con una sonrisa de lobo* que bonito...

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