jueves, 4 de febrero de 2016

Lo intenté.
Lo intenté, e incluso, llegué a conseguirlo.
Fui rápida. Fui fuerte.
Sobreviví.
Como el ave fénix que renace de sus cenizas, me reinventé.
Salí.
Grité.
Corrí.
Volé.
Y me acerque al sol…
Fue entonces cuando me quemé, como Ícaro, y caí…
Reconocí, tras mucho tiempo, que te quería.
Te lo dije y me alivió.
Y ahora regreso, siempre regreso.
Como una oscura golondrina

En tu balcón, mi nido a colgar…

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