sábado, 11 de diciembre de 2010

Relatos cortos volumen 6: En el país de Gaia

Abrí los ojos y me encontré tumbada sobre una enorme cama de plumas blanca con dosel, y arropada con una bandera de iron maiden. En si, la combinacion ya era extraña pero cuando miré a mi alrededor y vi que la cama estaba situada junto a un lago de color azul noche y que justo al otro lado estaba la torre de hércules no tuve ninguna duda de que estaba soñando.

Me incorporé, dejando la bandera a un lado, sobre la cama y me puse en pie, fue entonces cuando me di cuenta de mi aspecto, parecia dorothy la del mago de oz! Vaya, eso si que era estúpido, ya solo me faltaba llevar trenzas y una cestita de mimbre, pero entonces todo se volvió aún más raro. A mi lado, de pronto, apareció un angel de largos cabellos oscuros con mirada atormentada, vacía de ilusiones y esperanzas. El angel se pensaba demonio y por ello estaba tan triste.

Tomé su brazo y para intentar distraerle de tan oscuros pensamientos le pedi que me enseñara aquel mundo magico en el cual nos encontrabamos. El angel asintió y comenzó a andar por un camino de baldosas, que por suerte no eran amarillas, sino de distintos colores, aunque se iban iluminando a nuestro paso, mientras me contaba las historias y leyendas del lugar. Mientras caminabamos me di cuenta que el angel no tenia alas, pero no le pregunté que le habia pasado pues de su espalda asomaban los dos pequeños huesos donde éstas tendrian que haber estado.

Estuvimos horas, o lo que a mi me parecieron horas, caminando por jardines, bosques y acantilados. Al llegar al rompeolas donde venian estas a morir con furia, me adelanté un par de pasos dejando al angel a mi espalda, para poder sentir las frias gotas de agua salada chocar contra mi piel. Extendí los brazos dejando que la naturaleza en todo su esplendor estallase en mi cuerpo. Queria que el mar me mojara, que el viento me arremolinara el cabello, queria sentir la potencia de la bravura de la naturaleza en mi, era una manera de sentirme viva.

Me volví a mirar al angel, con los ojos brillantes y le vi una expresion extraña, cauta en esos ojos oscuros, parecia como si tuviera miedo de la inmensidad del poder de la naturaleza o de lo que ésta me hacia sentir. Me acerqué despacio y volví a tomar su mano tratando de acercarle conmigo, queria que viviese esa experiencia mas el angel permaneció inamovible, como si hubiera echado raices en la tierra. Desistí de intentar moverle y suspiré, el angel me llevó entonces al interior de la torre de hercules y me hizo subir despacio hasta el ultimo piso, allí me hizo salir al tejado y observar el paisaje que se dibujaba en el fondo mientras una tormenta comenzaba a formarse. Me quedé extasiada mientras el angel contemplaba a alguien que compartia su amor hacia la madre natura y hacia esa tierra que él tanto amaba.

Cuando la tormenta amenazó con descargar, bajamos de nuevo y me llevó de vuelta a la cama que habia junto al lago.Me hizo tumbarme, tampandome con la bandera de iron maiden de nuevo, y sin mediar palabra se tumbó a mi lado, me acurruqué con él, descansando la mejilla en su pecho y entonces sucedió algo muy extraño: de esos raquiticos huesecillos comenzaron a surgir plumas hasta que se formaron dos hermosas alas, las mas bellas que jamás habia contemplado. No eran blancas como solía ser habitual, sino negras y rojas, ácratas como las llamaria el angel desde ese momento. Me envolvió entre ellas y me hizo cerrar los ojos.

Gracias por hacerme ver que sigo siendo un angel aunque tenga algo de demonio, pues no soy perfecto pero ahora comprendo que los malos comentarios de una sola persona no deben tenerse en cuenta pero sin embargo, los buenos comentarios de un amigo, valen tanto como para hacer crecer unas alas a alguien que ya no creia tenerlas-susurró antes de hacerme dormir.

1 habitantes han dejado su opinión:

El ángel de Gaia dijo...

mi querida sam y sus mundos siempre abiertos a lo mas bello del mundo que la madre Gaia dio a sus hijos ... sin duda digan hija eres de pertenecer a ese mundo que has plasmado como si en el hubieras vivido...

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