jueves, 30 de junio de 2011

Una noche contigo

Acaricias la piel de mi espalda con las yemas de los dedos, mientras tumbada boca abajo en la cama miro de reojo tu silueta que se recorta contra la tenue luz que entra por la ventana. Me encanta la forma en la que tus manos se mueven por mi cuerpo desnudo apenas cubierto por la sábana que nos arropa, inclinas la cabeza dejando que tus cabellos acaricien mi nuca mientras comienzas a besar y mordisquear mi hombro, sabes que eso hace que se me erice la piel...

Me giro, en busca de tus labios, extendiendo los brazos para rodear tu cuerpo de ninfa atrayendote a mi, recostandote contra mis pechos que se agitan tras una noche de intensa pasión. Nuestros labios se unen y nuestras lenguas entrelazadas se buscan desesperadamente besandonos con un deseo incontrolable.

Mis manos se pierden por tu cuerpo, recorriendolo por completo, entreteniendose en tu vulva henchida por el placer, humedeciendo mis dedos para acariciarte por completo mientras de tus labios brotan esos jadeos que hacen que mi respiración se agite, deseando oirte gritar de nuevo mi nombre entre gemidos y suspiros, sintiendo como te retuerces mientras atormento tus pezones con mi lengua.

Te atormento como has hecho tu hace unos minutos, llevándote hasta el borde del placer una y otra vez pero cambiando la zona de caricias en tu cuerpo para que tus pezones se empitonen y tu sexo se humedezca sin cesar. Mi lengua recorre tu piel que sabe a sal y huele a mar, embriaga mis sentidos y me hace desearte aún más...

Me encanta sentir tus uñas clavarse en mi espalda, es placentero, excitante... Con la cabeza hundida entre tus piernas observo como agarras con fuerza las sábanas a la par que los sonidos que brotan de tus carnosos labios se hacen cada vez más audibles. Los espasmos de tu cuerpo me hacen sonreir mientras te llevo hasta ese orgasmo que tanto anhelabas y que inhunda mi boca mientras el sol comineza a trazar dibujos en mi piel...

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